28 días. Pero ¿por qué?
Ese es el número de días que llevo sin escribir en este espacio. El porque tiene que ver con el día en que mi padre nació hace algunos años. Resulta que a mitad de mes decidí con alevosía y ventaja partir hacia China. A partir de ese momento todo fue armonizar mi viaje, pensar y preparar los pasos hasta el día 29. Sí, compré mi boleto de avión fechado el mismo día que el aniversario de mi padre, soy desnaturalizado, fue un descuido terrible pero traté de enmendarlo y sobre todo compensarlo con otros detalles. Esos quince días de preparación no tienen relevancia por lo pronto, en un par de meses serán el hazme reir de los viajeros, entonces, se los dejaré saber. Uno prepara e intenta cubrir todo punto ¨vital¨ del futuro viaje y al momento de la verdad, resulta que toda previsión fue en vano pues las condiciones preestablecidas en las que funcionaban los casos hipotéticos -y las soluciones, claro- no existen. Y no sólo eso, además, dichas condiciones son prácticamente opuestas. Que si blanco iba a ser, fue negro, o peor aún, ni siquiera existen los colores.
Escribí el número veintiocho y sólo llevo alrededor de 14 días. ¿Qué demonios pasó antes de comprar el boleto? Resulta que por ahí del primero de mes me iba a Aguascalientes disque a una entrevista de un proyecto prometedor. Para el cinco del mismo mes, tal como está escrito en el anterior post y en sus comentarios anexos, la ida se había postpuesto.
Después todo se esfumó y sólo salió bien librado un proyecto. Me voy a China hoy, día del nacimiento de mi padre adorado. Este mismo día al que llegué después de ocho meses de letargo y escurrimientos. Vuelo el mismo día en que hace algunas décadas mi padre viajaba del útero a unas manos parteras. Hoy parto yo del seno urbano que me engendró y transformó hacia ciudades nunca vistas, nunca sospechadas. Me traslado al límite de mi memoria. Pronto lo modificaré.
Escribí el número veintiocho y sólo llevo alrededor de 14 días. ¿Qué demonios pasó antes de comprar el boleto? Resulta que por ahí del primero de mes me iba a Aguascalientes disque a una entrevista de un proyecto prometedor. Para el cinco del mismo mes, tal como está escrito en el anterior post y en sus comentarios anexos, la ida se había postpuesto.
Después todo se esfumó y sólo salió bien librado un proyecto. Me voy a China hoy, día del nacimiento de mi padre adorado. Este mismo día al que llegué después de ocho meses de letargo y escurrimientos. Vuelo el mismo día en que hace algunas décadas mi padre viajaba del útero a unas manos parteras. Hoy parto yo del seno urbano que me engendró y transformó hacia ciudades nunca vistas, nunca sospechadas. Me traslado al límite de mi memoria. Pronto lo modificaré.