Friday, January 27, 2006

Y de nuevo se acaba el año,

Nada fácil puede ser esto de que el año se me acabe dos veces en menos de un mes. Primero uno occidental, después uno del Gallo que pasa a ser Perro.

Lo que el fin del año puede traer a un alma, a un ser que gusta de dar vueltas a ideas y emociones, es revuelcos, picos, bajadas, risas y unas lágrimas. Meditación. Ahora se me va de las manos otro más, uno de contenido profundo, de símbolos específicos, el que marca por entero mi estadía en China. ¿Y ahora qué sigue señor Pollo, para dónde caminamos señor Chow?

Debo decir, como si esto no fuera suficiente, que pertenezco a un círculo de extraños monigotes que se juntan a celebrar el año nuevo en una fecha alternativa. En el año corriente no sé la fecha de la celebración, pero creo que será a mediados del año mortal. Deberé preguntar al sacerdote Verduzco, encargado de los astros. Esta actividad sectaria surgió tras el cambio de año 1999-2000. Se hizo un recuento de años y cambios de calendario en la historia y se concluyó que el mundo estaba equivocado y que el verdadero cambio de año se encontraba en otra fecha, de esta manera, a mediados del año 2000, de los humanos, un grupo de seres elevados tuvo comunión con las fuerzas de la verdad en una fiesta memorable de verano.

Qué lindo pretexto para hacer la fiesta.

Es una secta alegre y pachanguera que surge de un tal señor Baco. También está afiliada a la iglesia de St. John Coltraine pues se cree en la música ciegamente.

Al final, cargo sobre mis hombros tres cambios de año, espero no cansarme en el camino y ser aplastado por estos pesos metafísicos, o por el alcohol y la comida, seres omnipresentes en ambas tres celebraciones. Creo que después de la orden de los goliardos todo es posible.

Un triple abrazo que se expande en el tiempo pues el primero es atrasado, el segundo es justo para el presente y el tercero es a comisión, para el futuro.

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